El pasado sábado 30 de mayo Secret Affair tocó en Londres ante más de cuatrocientas personas. Más de hora y media con lo mejor del repertorio que los convirtió en la gran banda del Revival Mod del 79; la banda Mod que rechazó el punk y volvió a los sonidos del Soul y a la elegancia de los 60, con un mensaje elitista y agresivo.
Los que fueran las cabezas visibles del grupo, Ian Page (vocal, trompeta y órgano) y Dave Cairns (guitarra y coros) han juntado una banda con otros seis músicos (bajo, batería, órgano y una sección de viento compuesta por trompeta, trombón y saxo) para conmemorar los 30 años de su aparición.
El público lo formaban hombres y mujeres desde los 50 años a treintañeros (había muy pocos jóvenes que, claramente, acompañaban a sus padres). Pocos iban trajeados, otros llevaban cierto estilo Mod (camisas, polos, peinados) y otros no, pero se palpaba en el ambiente de donde venían todos.
Como vienen a Madrid en unas semanas no voy a adelantar los temas que mejor sonaron, los bises que hicieron ni entraré en detalles, sólo comentar que, a pesar del mal sonido en algunas partes de la gran sala del Candem Center, cerca del escenario la banda sonaba a la perfección y no olvidaron ninguno de sus grandes temas ni las versiones de clásicos de Soul que ya tocaban entonces.
Page sigue siendo un showman, con una prominente barriga, conserva su gran voz y su gracia sobre el escenario, además, en algunas piezas, toca la trompeta y en otras el órgano. Cairns rebosa energía y reclama su parte de protagonismo (tocó un tema ¡desde un palco! y, en otro, se bajó a mezclarse con el público seguido por el saxo); no paró en ningún momento de dirigirse al público y estrechar las manos que le ofrecían desde las primeras filas.
El ambiente en primera línea se caldeó pronto, especialmente por un grupo de paletos de cuarenta y muchos años que parecían sacados de cualquier bar de taxistas de barrio. Y, con sus empujones y salpicaduras de cerveza, lo caldearon hasta el punto de ocasionar un par de amagos de bronca multitudinaria. Pero la sangre no llegó al río. Quizá fuesen viejos Glory Boys, pero cualquiera les preguntaba…
El “We are the Mods” explotó en el público en el intervalo de los primeros temas y se repitió varias veces. Y puede sonar ridículo, pero entonarlo junto a dos señoras de cincuenta tacos a mí me resultó hasta emocionante. Aquello sonaba como un grito profundo de varias generaciones de una cultura, la nuestra, que parece tocar a su fin.
El próximo sábado 20, los Secret Affair vienen a Madrid y os recomiendo que no dejéis pasar la oportunidad. Podría ser la última para ver a una gran banda Mod sobre un escenario.
Por cierto, entre sus seguidores londinense “My World” es su tema estrella. Ensayar los coros.
Nos vemos en la Sala Copérnico.
Ángel Manzanares
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